Retorcerse es como cuando un gusano se mueve por el suelo. No camina como tú con tus pies. En cambio, gira y se retuerce para moverse de un lugar a otro. Imagina tus dedos pretendiendo ser un pequeño gusano, moviéndose en una línea ondulada sobre la mesa. ¡Eso es retorcerse!
Piensa en una serpiente danzante. Cuando una serpiente se desliza, se mueve con un movimiento suave y ondulante. Retorcerse es similar, pero a veces es más rápido y serpenteante, como cuando intentas sacudir el agua de tus manos.
Retorcerse también puede ser como cuando estás sentado en tu silla y no puedes quedarte quieto. Podrías moverte mucho, cambiando tu cuerpo de un lado a otro, tratando de estar cómodo. ¡Eso eres tú retorciéndote en tu asiento!
O imagina un cachorro feliz moviendo su cola. La cola se mueve de un lado a otro muy rápido porque el cachorro está emocionado. Retorcerse es como esa cola moviéndose, solo que con todo tu cuerpo o una parte de él moviéndose de una manera divertida y serpenteante.