Cuando hablamos de valor, es como pensar en tu juguete favorito. Algunos juguetes son especiales porque te hacen muy feliz o porque fueron un regalo de alguien que amas. Ese sentimiento especial es lo que hace que el juguete tenga valor para ti. No se trata solo de cuánto cuesta, sino de cuánto significa para ti.
Imagina que tienes una gran caja de crayones. Algunos colores que usas todo el tiempo, como el azul para el cielo o el verde para el césped. Estos colores pueden parecer más importantes porque los usas mucho. Entonces, su valor es más alto para ti, incluso si todos los crayones tenían el mismo precio en la tienda.
Piensa en un sándwich. Si tienes mucha hambre, ese sándwich parece realmente importante y tiene mucho valor. Pero si estás lleno, el mismo sándwich puede no parecer tan importante. El valor puede cambiar dependiendo de cuánto necesites o desees algo.
A veces, las cosas tienen valor porque nos ayudan a hacer algo. Como una linterna en la oscuridad. Puede que no parezca emocionante durante el día, pero por la noche, se vuelve muy importante porque te ayuda a ver. Entonces, su valor cambia dependiendo de la situación.