La preocupación es como tener una pequeña nube en tu mente que a veces te hace sentir incómodo. Esta nube puede ser gris y pesada, haciéndote pensar en cosas que podrían salir mal o cosas desconocidas. Es como cuando esperas una sorpresa, pero no estás seguro si será una buena sorpresa o una mala. Este sentimiento puede hacer que tu barriga se sienta extraña o que tu corazón lata más rápido.
Imagina que sostienes un globo. Cuando te preocupas, es como si el globo se llenara con demasiado aire. Se hace más y más grande, y podrías sentir que podría explotar en cualquier momento. Pero al igual que puedes dejar salir lentamente el aire de un globo, también puedes intentar dejar de preocuparte hablando con alguien o pensando en cosas felices.
La preocupación también puede ser como llevar una mochila que es demasiado pesada. Cada preocupación es como una pequeña piedra que hace que la mochila sea más pesada. Si llevas demasiadas piedras, puede ser difícil caminar. Pero si sacas algunas piedras compartiendo tus preocupaciones o encontrando soluciones, tu mochila se hace más ligera y te sientes mejor.