El vino es como un jugo especial para adultos. Comienza como jugo de uva. Las uvas son esas frutas redondas y jugosas que podrías tener en tu lonchera. Cuando las personas quieren hacer vino, toman estas uvas y las aplastan hasta sacar todo el jugo. Este jugo se deja en un gran recipiente durante mucho tiempo. Durante este tiempo, pequeñas cosas llamadas levaduras ayudan a convertir el jugo en vino, haciéndolo saber diferente del jugo de uva que bebes.
Piensa en el vino como un viajero del tiempo. Cuando el jugo de uva se sienta en el recipiente, es como si estuviera haciendo un viaje a través del tiempo. Cuanto más tiempo permanece, más cambia. Al igual que creces y aprendes cosas nuevas cada día, el jugo de uva cambia su sabor y se convierte en vino. Algunos vinos se mantienen durante muchos años y se consideran muy especiales debido a lo largo de su viaje en el tiempo.
El vino también puede ser como una pintura. Así como los artistas usan diferentes colores para crear una imagen, los vinicultores usan diferentes tipos de uvas para crear diferentes sabores. Algunos vinos pueden saber afrutados, como manzanas o bayas, mientras que otros pueden recordarte a flores o incluso a chocolate. Cada vino es único, al igual que cada pintura es diferente.