Una ventana es como un marco de cuadro mágico en la pared de tu casa. Pero en lugar de contener una pintura, te muestra el mundo real afuera. Puedes ver árboles, coches, y tal vez incluso a tus amigos jugando. Es como tener una televisión especial que solo muestra un canal: ¡el mundo exterior! Este marco especial se puede abrir y cerrar, dejando entrar aire fresco y el canto de los pájaros.

Piensa en una ventana como una puerta para la luz del sol. Durante el día, deja que la luz solar brillante y cálida entre en tu habitación, haciendo que todo se sienta acogedor y brillante. Cuando llueve, puedes ver las gotas de lluvia correr por el vidrio, y cuando nieva, puedes ver el mundo convertirse en un país de maravillas blanco y esponjoso.

Una ventana es también como un catalejo secreto. Puedes echar un vistazo a través de ella para ver qué está pasando afuera sin que nadie sepa que estás allí. Es tu lugar especial para observar el mundo y sentirte conectado con todo lo que sucede afuera, incluso cuando estás adentro.