susurrar
Susurrar es como cuando quieres contarle un secreto a tu osito de peluche. Haces tu voz muy suave y tranquila, como una brisa suave que no quiere despertar a las flores dormidas. Es como cuando caminas de puntillas en la casa porque no quieres despertar a tu mamá o papá. Tu boca está apenas un poco abierta, y tus palabras salen como pequeñas mariposas batiendo sus alas.
Piensa en susurrar como colorear con un crayón pastel claro en lugar de un marcador brillante. Sigue siendo un color, pero más suave y silencioso. Cuando susurras, tus palabras son como pequeñas gotas de lluvia que caen suavemente al suelo, no como una gran tormenta.
Susurrar también es como tener una pequeña vela en una gran habitación oscura. La luz está ahí, pero no es muy brillante. Tu voz está ahí, pero no es muy fuerte. Es una forma de hablar que es suave y gentil, para que solo la persona cercana a ti pueda escuchar. Es como una forma especial de hablar que asegura que no seas demasiado ruidoso, como un pequeño ratón que no quiere ser visto.