Cuando sientes algo dentro que te hace extender la mano hacia una galleta, eso es un querer. Es como una pequeña voz en tu barriga que dice, ‘¡Realmente me gustaría eso!’ Al igual que cuando tu dibujo animado favorito aparece en la televisión y te sientes emocionado por verlo, es tu corazón diciéndote, ‘¡Quiero ver esto!’
Imagina que tu corazón es como un pequeño jardín. A veces, crece pequeñas semillas llamadas querer. Estas semillas pueden ser para juguetes, abrazos, o incluso un día divertido en el parque. Cuando te sientes feliz pensando en estas cosas, es tu jardín diciéndote, ‘¡Quiero que esto crezca!’
Piensa en un querer como un globo colorido flotando en el cielo. Lo ves y piensas, ‘¡Oh, desearía tener ese globo!’ No es algo que necesites como comida o sueño, sino algo que te hace sonreír. A veces, el globo está cerca, y a veces está lejos, pero siempre te hace mirar hacia arriba y soñar.
Cuando ves un cachorro moviendo la cola, puedes sentir un querer de acariciarlo. Tu corazón se siente cálido y esponjoso, y piensas, ‘¡Quiero ser amigo de ese cachorro!’ Es un sentimiento que te hace extender la mano e intentar tocar lo que te hace feliz.