Un voluntario es como un superhéroe sin capa. Usan su tiempo y energía para ayudar a los demás sin esperar nada a cambio. Imagina que tienes una caja de juguetes y ves a un amigo que no tiene juguetes. Un voluntario es alguien que compartiría sus juguetes para hacer feliz a su amigo.
Piensa en el voluntariado como ser parte de un equipo que recoge basura en el parque. Todos trabajan juntos para hacer que el parque esté limpio y hermoso para que todos puedan disfrutarlo. Aunque no reciben pago, se sienten felices porque ayudaron a hacer el mundo un poco mejor.
El voluntariado es también como ser un jardinero. Al igual que un jardinero planta semillas y las riega para ayudarlas a crecer, un voluntario ayuda a las personas o lugares a crecer y mejorar. Pueden ayudar leyendo libros a niños más pequeños o plantando flores en un jardín. Incluso pequeñas acciones pueden ayudar a hacer grandes cambios.
Los voluntarios son como estrellas en el cielo. Cada una puede parecer pequeña, pero juntas iluminan la noche, haciendo todo más brillante y hermoso. Llevan sonrisas y esperanza dondequiera que van.