Cuando miras por una ventana, lo que ves es tu vista. Es como un gran cuadro hecho solo para tus ojos. Imagínalo como una pintura gigante que cambia cada vez que miras. A veces está soleado, y otras veces llueve; la vista siempre es diferente, como una nueva historia cada día.
Piensa en tu vista como una pantalla de cine. Cuando vas al cine, ves una historia desarrollarse en la gran pantalla. Tu ventana es como esa pantalla, mostrándote el mundo exterior. Podrías ver pájaros volando, coches pasando rápidamente, o personas paseando a sus perros. Cada escena es como una nueva parte de la película.
Otra forma de pensar en una vista es como un álbum de fotos. Cada vez que miras, es como pasar por fotos. Podrías ver tu árbol favorito, el gato del vecino, o las flores coloridas en el jardín. Cada foto te cuenta algo especial sobre el mundo.
Una vista también puede ser como un espejo mágico. Cuando lo miras, ves el mundo reflejado. La vista puede mostrarte la belleza de la naturaleza, el bullicio de una ciudad, o la calma de una calle tranquila.