Una variable es como una caja especial donde podemos guardar cosas que podrían cambiar. Imagina que tienes una caja de juguetes y cada día puedes poner un juguete diferente dentro. A veces es un oso de peluche y otras veces es un coche de juguete. La caja es la misma, pero lo que hay dentro puede ser diferente cada día. Esta caja nos ayuda a seguir las cosas que cambian, al igual que una variable nos ayuda en matemáticas o ciencias.
Piensa en una variable como una etiqueta de nombre para algo. Si tienes un pez mascota llamado Burbujas y quieres recordar cuántas veces lo alimentas, podrías escribirlo en un papel. El papel es como una variable porque contiene el número de veces que has alimentado a tu pez. Si alimentas a Burbujas más veces, puedes cambiar el número en el papel. De esta manera, siempre sabes cuánto has alimentado a tu pez.
Una variable también puede ser como una bolsa misteriosa. Sabes que hay algo dentro, pero no puedes verlo hasta que la abres. A veces, podrías encontrar un caramelo, otras veces un juguete. La bolsa en sí no cambia, pero la sorpresa dentro puede ser diferente cada vez. Esto lo hace emocionante y útil, al igual que las variables nos ayudan a resolver problemas al seguir cosas que cambian.