Cuando algo es desafortunado, significa que las cosas no salieron como esperábamos, como cuando un juguete se rompe o empieza a llover cuando queríamos jugar afuera. Es como cuando construyes una torre alta con bloques y de repente se derrumba. Te sientes un poco triste porque trabajaste duro en ella y no se mantuvo en pie. Eso es desafortunado porque no salió como querías.

Piensa en ello como cuando tienes un delicioso cono de helado y se te resbala de la mano y cae al suelo. Estabas tan emocionado de comerlo, pero ahora se ha ido. Eso es desafortunado porque no pudiste disfrutarlo como planeabas.

O imagina que estás dibujando un cuadro con tus crayones favoritos y, de repente, uno de los crayones se rompe. No querías que se rompiera y ahora no puedes usar tu color favorito. Eso es desafortunado porque no era lo que querías que sucediera. Es como una pequeña sorpresa que no es tan feliz.

Aunque estas cosas son desafortunadas, está bien sentirse un poco triste por un momento. Pero recuerda, siempre puedes intentarlo de nuevo o encontrar algo más divertido que hacer.