La confianza es como un puente hecho de bloques fuertes entre tú y otra persona. Cuando confías en alguien, es como si pudieras cruzar este puente sin miedo a que se caiga. Este puente se construye haciendo cosas como compartir, ser honesto y cumplir promesas. Cada vez que haces estas cosas, el puente se vuelve más fuerte.

Piensa en la confianza como un abrazo de un amigo. Cuando abrazas a alguien, te sientes cálido y seguro. La confianza te da esa misma sensación cálida y segura en tu corazón. Cuando alguien dice que jugará contigo mañana y lo hace, es como recibir un abrazo porque sabes que se preocupa por ti y cumple su palabra.

La confianza también es como una semilla que plantas en un jardín. Tienes que regarla y darle luz solar siendo amable y servicial. Con el tiempo, la semilla crece hasta convertirse en un árbol grande y fuerte. Este árbol es tu amistad, y la confianza es lo que lo hace crecer alto y fuerte. Si no lo cuidas, el árbol no crecerá bien, al igual que la confianza necesita cuidado para ser fuerte.