Un problema es como cuando tienes un juguete que no funciona como quieres. Tal vez tu coche de juguete no rueda porque una rueda está atascada. Te sientes un poco molesto porque las cosas no van como planeaste. ¡Eso es un problema! Es un pequeño inconveniente que necesita ser solucionado.

Un problema también puede ser como cuando derramas tu jugo. El jugo está por todo el suelo y hace un desastre. Necesitas limpiarlo, y puede tomar un poco de tiempo. Este es otro tipo de problema, donde sucede algo inesperado y necesitas resolverlo.

A veces, un problema es como cuando no puedes encontrar tu oso de peluche favorito. Buscas por todas partes y parece haber desaparecido. Esto te hace sentir preocupado o triste hasta que lo encuentras. Un problema puede hacerte sentir estas emociones porque falta algo importante.

Finalmente, un problema puede ser como cuando tú y un amigo no están de acuerdo sobre un juego para jugar. Ambos quieren cosas diferentes y puede ser difícil decidir. Este tipo de problema necesita conversación y comprensión para solucionarse, para que todos estén felices de nuevo.