Una torre es como un amigo gigante y alto que se mantiene recto y se extiende hacia el cielo. Es como un gran árbol fuerte que no tiene ramas ni hojas, sino que tiene habitaciones y ventanas. Algunas torres son tan altas que pueden tocar las nubes y ayudan a las personas a ver muy, muy lejos. Imagina una pila de bloques de juguetes, cada uno cuidadosamente equilibrado sobre el otro, haciéndose más y más alto. Así es como se construye una torre, con cada parte colocada perfectamente para asegurarse de que no se caiga.
Piensa en una torre como una casa muy alta donde las personas pueden vivir, trabajar o incluso solo visitar para mirar la vista. Es como el mirador de un castillo, donde puedes ver quién viene desde millas de distancia. Las torres pueden estar hechas de materiales fuertes como piedra, metal o vidrio, por lo que se mantienen firmes incluso cuando sopla el viento.
A veces, una torre es como un lápiz gigante de pie en su extremo, listo para dibujar líneas en el cielo. Es un lugar donde ocurren historias, donde las personas sueñan grandes sueños, y donde puedes sentirte como si estuvieras en la cima del mundo.