Ser tolerante es como ser una gran manta acogedora que puede cubrir a todos, sin importar su tamaño o color. Al igual que una manta no se preocupa si alguien es alto o bajo, o si le gustan diferentes colores, ser tolerante significa que aceptas a las personas incluso si son diferentes a ti.
Piensa en un jardín con muchas flores diferentes. Cada flor es única y hermosa a su manera. Un jardín tolerante da la bienvenida a todas las flores, ya sean rosas rojas, girasoles amarillos o violetas moradas. No elige favoritos; deja que cada flor crezca y brille. Eso es lo que significa ser tolerante: aceptar y apreciar las diferencias en los demás.
Imagina una gran caja de crayones. Cada crayón es de un color diferente, y juntos pueden crear una imagen hermosa. Si solo usas un color, la imagen podría no ser tan interesante. Ser tolerante es como usar todos los crayones, entendiendo que cada color es especial e importante a su manera. Se trata de ser abierto y amable con todos, al igual que usarías todos tus crayones para hacer algo increíble.