Piensa en los tejidos como los bloques de construcción de un gran castillo de LEGO. Así como cada pieza de LEGO tiene un trabajo especial para hacer el castillo fuerte y hermoso, los tejidos tienen trabajos especiales en nuestros cuerpos. Algunos tejidos nos ayudan a movernos, como cuando corres por el patio de recreo. Estos se llaman tejidos musculares. Otros tejidos te ayudan a sentir cosas, como cuando tocas algo suave o espinoso. Estos se llaman tejidos nerviosos.
Imagina una manta suave y acogedora que te mantiene caliente. Algunos tejidos en nuestro cuerpo son como esta manta; protegen nuestros órganos, como nuestro corazón y pulmones, asegurándose de que estén seguros y cómodos. Estos se llaman tejidos conectivos. Y al igual que una esponja absorbe agua, algunos tejidos ayudan a nuestro cuerpo a absorber nutrientes de los alimentos que comemos. Estos se llaman tejidos epiteliales.
Por último, piensa en un jardín donde crecen diferentes plantas. Cada planta tiene su propio trabajo, como darnos frutas o flores. Los tejidos en nuestro cuerpo son como estas plantas, cada uno haciendo su propio trabajo especial para mantenernos saludables y felices. Juntos, se aseguran de que todo funcione perfectamente, como una orquesta bien afinada tocando una hermosa canción.