Andar de puntillas es como ser un pequeño ratón sigiloso tratando de moverse silenciosamente. Cuando andas de puntillas, caminas sobre tus dedos en lugar de todo tu pie. Es como cuando quieres ir a buscar una galleta del frasco sin que nadie te escuche. Levantas tus talones y caminas sobre la parte delantera de tus pies para hacer menos ruido.
Piensa en andar de puntillas como ser una bailarina en el escenario. Las bailarinas a menudo bailan sobre sus dedos, y se ven tan gráciles y ligeras. Cuando andas de puntillas, intentas ser como ellas, moviéndote suavemente y con delicadeza. Esto te ayuda a no molestar a nadie, como un bebé dormido o una mascota descansando.
Andar de puntillas también es como ser un ninja en una película. Los ninjas son muy buenos para moverse sin hacer ruido. Caminan con cuidado y lentamente, tratando de no hacer que el suelo crujir o chirriar. Cuando andas de puntillas, estás pretendiendo ser un ninja, tratando de ser lo más silencioso posible para sorprender a alguien o guardar un secreto.