Decir “gracias“ es como dar un abrazo con tus palabras. Cuando alguien hace algo bueno por ti, como compartir su juguete o ayudarte cuando caes, dices “gracias” para mostrar que te sientes feliz y agradecido. Es como decir, “¡Tu ayuda me hizo sentir cálido por dentro!”
Piensa en tus sentimientos como un jardín. Cuando alguien hace algo amable, es como si estuviera plantando una hermosa flor en tu jardín. Decir “gracias” es como regar esa flor. Ayuda a que crezca y hace que tu jardín sea un lugar más bonito. De esta manera, muestras que aprecias lo que hicieron, y eso también los hace sentir bien.
Considera “gracias” como una llave mágica. Esta llave puede abrir la puerta a amistades y sonrisas. Cuando usas esta llave, la gente sabe que te importan ellos y su amabilidad. Hace el mundo un lugar más brillante porque esparce felicidad y amabilidad. Así que, cada vez que dices “gracias”, estás usando tu llave mágica para hacer el mundo un poco mejor.