Un grifo es como una varita mágica que controla el agua. Cuando abres el grifo, el agua sale como un arroyo, igual que cuando agitas una varita mágica y algo especial sucede. Es como abrir una puerta secreta para dejar que el agua fluya.
Piensa en un grifo como una especie de fuente. Cuando lo presionas o giras, el agua brota, igual que una fuente que rocía agua al aire. Es una forma especial de obtener agua cuando la necesitas.
Imagina un grifo como un dragón de agua amistoso. Lo despiertas cuando lo abres, y deja salir un suave chorro de agua, como un dragón que respira suavemente. Cuando lo cierras, el dragón vuelve a dormir y el agua deja de fluir.
Un grifo es como un cofre del tesoro. Abres el cofre girando la manija y, en lugar de joyas, obtienes agua. Es una forma práctica de obtener agua para lavarte las manos, cepillarte los dientes o llenar un vaso para beber.