Ser hablador es como ser una olla de sopa burbujeante. Cuando tienes mucho que decir, tus palabras siguen saliendo, al igual que las burbujas en la sopa que siguen apareciendo. Puedes tener muchos pensamientos e historias dentro de ti, y quieres compartirlos todos con todos los que te rodean. Es como si tuvieras un cofre del tesoro lleno de palabras y no pudieras esperar para abrirlo y mostrar a los demás lo que hay dentro.
Piensa en un pájaro cantando por la mañana. El pájaro ama cantar y trinar en voz alta porque tiene mucha alegría que compartir con el mundo. Una persona habladora es como ese pájaro, siempre lista para compartir su felicidad y entusiasmo con los demás. Disfrutan contando historias, haciendo preguntas y teniendo conversaciones porque los hace sentir conectados con los demás.
Imagina una radio que reproduce música todo el día. Una persona habladora es similar a esa radio, siempre transmitiendo sus pensamientos y sentimientos. Podrían hablar sobre sus juguetes favoritos, lo que hicieron en la escuela, o el sueño divertido que tuvieron anoche. Llenan la habitación con sus palabras, al igual que la radio llena la habitación con música.