Un sistema es como una gran caja de bloques de LEGO. Cada bloque es una parte, y cuando los juntas de cierta manera, construyen algo increíble, como un castillo o una nave espacial. En un sistema, cada parte tiene un trabajo que hacer, y todas trabajan juntas para que algo suceda. Al igual que en tu juego de LEGO, si falta una pieza, todo el conjunto podría no funcionar tan bien.
Piensa en un sistema como un gran equipo. Cada persona en el equipo tiene un papel especial, como en un equipo de fútbol donde algunas personas patean la pelota, otras defienden, y una persona es el portero. El equipo funciona mejor cuando todos hacen su parte, y se ayudan mutuamente para ganar el juego. En un sistema, cada parte necesita hacer su trabajo para que todo funcione sin problemas.
Un sistema también puede ser como una receta para hacer un pastel. Necesitas todos los ingredientes correctos, como harina, huevos y azúcar, y debes mezclarlos en el orden correcto. Si sigues la receta, obtienes un pastel delicioso. Pero si olvidas un ingrediente o los mezclas mal, el pastel podría no salir bien. Cada paso e ingrediente en la receta es como una parte del sistema, trabajando juntos para crear algo delicioso.