Un síndrome es como un grupo de amigos que siempre están juntos. Imagina que tus juguetes deciden formar un equipo: cada vez que ves el osito de peluche, el coche de juguete y el rompecabezas siempre están con él. Aparecen juntos tan a menudo que empiezas a esperarlos como un equipo. De la misma manera, un síndrome es un grupo de síntomas o signos que a menudo aparecen juntos en una persona.

Piensa en un síndrome como una receta para un pastel. Para hacer un pastel, necesitas harina, azúcar y huevos. Si notas que alguien está cocinando y ves estos ingredientes, podrías adivinar que están haciendo un pastel. Del mismo modo, los médicos ven ciertos síntomas como ingredientes, y cuando encuentran la combinación correcta, pueden decir si alguien tiene un síndrome.

Imagina un libro de misterio donde ciertas pistas siempre llevan a la misma solución. Cuando ves una lupa, un mapa y una linterna, sabes que el detective está a punto de resolver el misterio. En un síndrome, estas pistas son síntomas, y cuando se juntan, ayudan a los médicos a entender qué está pasando con la salud de alguien.