Cuando sugieres algo, es como dar un pequeño susurro a alguien sobre una buena idea. Imagina que tienes una caja de crayones y ves a tu amigo coloreando un dibujo. Podrías decir, ‘¡Oye, tal vez prueba el crayón azul para el cielo!’ No les estás diciendo qué hacer, solo dándoles una pista amigable.
Es como cuando estás jugando un juego y alguien dice, ‘¿Qué tal si intentas saltar sobre esa roca?’ Te están ayudando compartiendo un pensamiento que podría hacer el juego más divertido o más fácil. Las sugerencias son como empujones suaves que ayudan a las personas a pensar en nuevas formas de hacer las cosas.
Las sugerencias también son como cuando ves a un amigo buscando un juguete, y dices, ‘¿Tal vez está debajo de la cama?’ No estás seguro, pero estás dando una idea que tal vez no habían pensado. Es como ser un pequeño ayudante, ofreciendo una nueva forma de resolver un problema o intentar algo diferente.