El sufrimiento es como cuando tienes un raspón en la rodilla que no deja de doler. Es esa sensación de ay que te hace sentir triste o molesto. A veces, el sufrimiento no es solo una rodilla raspada, sino que puede ser cuando te sientes solo o asustado. Es como cuando tu juguete favorito se pierde y sientes un poco de vacío por dentro.

Piensa en el sufrimiento como un día nublado cuando no puedes ver el sol. Aunque sabes que el sol está ahí, las nubes hacen que todo se vea gris y aburrido. Pero recuerda, al igual que las nubes, el sufrimiento no dura para siempre. El sol volverá a brillar y te sentirás feliz y cálido.

El sufrimiento también puede ser como cuando estás realmente cansado después de jugar todo el día. Tu cuerpo se siente pesado y solo quieres descansar. Es una señal de que necesitas tomarte un descanso y recargar energías. Así que, cuando estás sufriendo, está bien pedir un abrazo o ayuda. Todos necesitan un poco de amor y cuidado extra a veces.