Cuando alguien ‘sufre’, es como cuando tienes un rasguño en la rodilla. Duele y te hace sentir triste o molesto. Sufrir puede ser como cuando hace mucho frío afuera y olvidaste tu abrigo. Te sientes incómodo y solo quieres estar caliente de nuevo.
Sufrir también puede ser como cuando tienes un dolor de estómago después de comer demasiados dulces. Tu barriga no se siente bien, y podrías desear no haber comido tanto. Es la forma en que tu cuerpo te dice que algo no está bien.
A veces, sufrir es como cuando pierdes tu juguete favorito. Te sientes triste y lo extrañas mucho. Es un sentimiento dentro de ti que te hace querer que las cosas mejoren.
Imagina un momento en que estabas realmente cansado después de jugar todo el día. Tu cuerpo se siente pesado y solo quieres descansar. Sufrir puede sentirse así también, cuando las cosas son demasiado y necesitas un descanso.
En todos estos casos, sufrir significa sentirse infeliz o incómodo porque algo no va bien. Pero al igual que un abrazo de mamá o papá puede hacer que un rasguño se sienta mejor, hay cosas que pueden ayudar a que el sufrimiento desaparezca.