El metro es como una serpiente grande y larga que vive bajo la ciudad. Esta serpiente es especial porque puede llevar a muchas personas dentro, como un autobús, pero va muy rápido y no tiene que parar en los semáforos. La gente lo usa para ir a lugares como la escuela, el zoológico o la casa de la abuela. El metro tiene muchas paradas, como estaciones, donde las personas pueden subir y bajar. Es como cuando juegas con trenes de juguete, y se detienen en diferentes estaciones en la vía.
Piensa en el metro como un túnel gigante y secreto. Imagina que quieres viajar por la ciudad sin que nadie te vea. Pasarías por este túnel, y estaría oscuro, pero hay luces dentro del tren, así que todavía puedes ver. El metro es como una alfombra mágica que vuela bajo tierra, llevándote a una aventura a donde quieras ir.
El metro también es como una montaña rusa, pero no tan aterradora. Atraviesa túneles, a veces subiendo y bajando, y alrededor de curvas. Puedes sentarte con tus amigos o familia y ver el mundo pasar desde las ventanas. El metro ayuda a muchas personas todos los días, llevándolas a donde necesitan ir, como un amigo servicial.