Un paseo es como cuando tú y tu osito de peluche van a dar un paseo lento y suave en el parque. Imagina que tú y tu osito dan pasos pequeños, mirando las flores, y tal vez se detienen para ver una mariposa revoloteando. No tienes prisa y simplemente disfrutas del mundo a tu alrededor. Es como moverse tan lentamente como un caracol, para poder ver todo y no perderte ninguna diversión.
Piensa en un paseo como si fueras una nube flotando en el cielo. Te mueves despacio, disfrutando de la brisa y el sol, sin apresurarte a ningún lado. Podrías ver pájaros volando o escuchar las hojas susurrando en los árboles. Es un momento para sentirse feliz y relajado, como cuando estás tumbado en una manta suave al sol.
Un paseo también puede ser como un río perezoso. El agua se mueve suavemente y con calma, no como un río rápido. Puedes flotar, mirando los peces nadar y los árboles en la orilla del río. Es pacífico y tranquilo, y sientes que estás en un mundo de cuentos donde todo es agradable y fácil.