Piensa en tu cerebro como una gran computadora que te ayuda a hacer todo, como jugar, hablar e incluso pensar. A veces, esta computadora puede tener un problema llamado derrame cerebral. Es como cuando se desconecta un cable de alimentación y la computadora no puede funcionar correctamente. Un derrame cerebral ocurre cuando la sangre, que es como la energía de la computadora, no puede llegar a todas las partes del cerebro. Esto sucede porque algo la bloquea, como una pequeña roca en una tubería. Sin sangre, el cerebro no puede obtener el oxígeno que necesita para funcionar.
Ahora, imagina un jardín donde el agua fluye a través de mangueras para hacer crecer las flores. Si una manguera tiene un doblez, el agua se detiene y las flores comienzan a marchitarse. Un derrame cerebral es como ese doblez en la manguera, deteniendo la sangre de llegar a partes del cerebro, y entonces el cerebro no puede decirle a tu cuerpo qué hacer.
Otra forma de pensarlo es como un atasco de tráfico en el cerebro. Los coches son como células sanguíneas y las carreteras son como vasos sanguíneos. Si hay un atasco, los coches no pueden moverse y el cerebro no recibe la ayuda que necesita para mantener todo funcionando sin problemas.