El estómago es como una bolsa especial dentro de tu cuerpo donde va la comida después de que la comes. Imagínalo como un tazón mezclador mágico. Cuando comes tu sándwich favorito, baja por un tobogán llamado esófago y aterriza en este tazón. Dentro, el estómago tiene jugos especiales que ayudan a descomponer la comida en pedacitos, como una licuadora que convierte grandes frutas en un jugo suave. De esta manera, tu cuerpo puede usar la comida para darte energía para jugar y crecer.
Piensa en el estómago como una pequeña lavadora. Cuando comes, la comida entra y el estómago comienza a moverse y agitarse, como una lavadora que gira la ropa. Este movimiento ayuda a mezclar la comida con los jugos especiales, haciendo que sea más fácil para tu cuerpo tomar las cosas buenas de la comida.
El estómago es también como una cama acogedora para la comida. Cuando comes, la comida descansa allí un rato, volviéndose suave y pastosa. Una vez que está lista, la comida deja el estómago y continúa su viaje por el resto de tu cuerpo, dándote la fuerza y energía para hacer cosas divertidas.