Una picadura es como cuando tocas un cactus y te pincha con sus pequeñas y afiladas agujas. Te sorprende y hace que tu piel se sienta un poco dolorida, como un pellizco rápido. Esto es lo que sucede cuando una abeja o una avispa usa su aguijón. El aguijón es como una aguja que la abeja o la avispa tiene al final de su cuerpo. Cuando se sienten asustadas o necesitan protegerse, lo usan para picar.
Piensa en una planta espinosa con la que rozas accidentalmente tu mano. Los puntos afilados en la planta hacen que tu piel se sienta dolorida por un momento. Esto es similar a cómo se siente una picadura. Es una forma de que la planta o el insecto diga ‘¡Oye, aléjate de mí!’
Imagina una pequeña espada que un insecto lleva consigo. Cuando se sienten en peligro, usan esta espada para defenderse. La picadura es como un pequeño toque que dice ‘¡Retrocede!’ No está destinada a hacerte mucho daño, solo lo suficiente para que te alejes. La sensación desaparece después de un tiempo, como cuando recibes un abrazo de un amigo después de caerte.