El rencor es como cuando tienes un juguete y alguien accidentalmente te golpea y lo derriba. En lugar de simplemente recogerlo y seguir adelante, decides derribar su juguete a propósito. El sentimiento que te hace querer hacer eso se llama rencor. Es como un pequeño monstruo gruñón dentro de tu corazón que dice: “¡Si no puedo ser feliz, tú tampoco!”
Imagina que tienes una galleta y tu amigo accidentalmente se la come. En lugar de perdonarlo, le quitas su galleta solo para hacerlo sentir mal. El rencor es ese sentimiento travieso que te hace querer vengarte de alguien, incluso si realmente no mejora las cosas. Es como cuando pellizcas a alguien porque te pellizcaron primero. Puede parecer justo, pero no hace que el dolor desaparezca.
Piensa en el rencor como una nube de tormenta dentro de tu mente. Puede hacerte sentir molesto y querer hacer que los demás se sientan molestos también. Pero al igual que una tormenta, puede pasar si eliges ser amable y dejarlo ir. Elegir la amabilidad es como dejar que el sol vuelva después de la tormenta.