discurso
El discurso es como un puente mágico hecho de palabras que nos permite compartir nuestros pensamientos y sentimientos con los demás. Es como cuando tienes una receta secreta para un pastel delicioso y quieres decirle a tu amigo cómo hacerlo. Usas el discurso para darle los ingredientes correctos y los pasos. De la misma manera, el discurso nos ayuda a decir a los demás lo que queremos o cómo nos sentimos.
Piensa en el discurso como un pincel colorido. Cuando hablas, pintas imágenes en el aire con tus palabras. Estas imágenes ayudan a las personas a entender si estás feliz, triste o emocionado. Es como cuando dibujas tu animal favorito y se lo muestras a tu amigo; ellos pueden ver lo que quieres decir. El discurso nos ayuda a mostrar lo que hay en nuestros corazones y mentes.
El discurso también es como un instrumento musical. Cada palabra es una nota, y cuando las juntas, crean una hermosa canción. Esta canción puede ser una historia, una pregunta, o incluso un chiste. Al igual que tocar música, usar el discurso nos permite crear y compartir cosas maravillosas con los demás.
Imagina el discurso como un ayudante amigable que nos guía para hacer nuevos amigos y resolver problemas. Cuando usas el discurso, puedes pedir ayuda, dar las gracias, o pedirle a alguien que juegue contigo. Es como tener un superpoder que hace la vida más fácil y divertida. El discurso es nuestra forma de conectarnos con el mundo que nos rodea.