Sembrar es como poner pequeñas semillas en la tierra. Estas semillas son como pequeñas plantas dormidas. Cuando las siembras, las estás acostando en la tierra para que puedan descansar y crecer. Al igual que necesitas una cama acogedora para dormir, las semillas necesitan la tierra para sentirse seguras y cálidas.
Piensa en sembrar como pintar un cuadro. Las semillas son tus colores, y la tierra es tu lienzo. Cada semilla que siembras es como un pequeño trazo de pincel que se convertirá en un hermoso jardín. Eres un artista, y tu jardín es tu obra maestra.
Imagina sembrar como hornear un pastel. Las semillas son tus ingredientes, y la tierra es tu tazón de mezcla. Las mezclas cuidadosamente, y con el tiempo, el sol y la lluvia ayudan a que tus semillas crezcan, como un pastel en el horno.
Sembrar es como escribir una historia. Cada semilla es una palabra, y el jardín es tu libro. A medida que las semillas crecen, cuentan una historia de vida y belleza, y tú eres el autor que lo comenzó todo.