sonido
El sonido es como cuando tiras una piedrecita en un estanque y ves las ondas expandiéndose. Cuando hablas o aplaudes, crea ondas invisibles en el aire llamadas ondas sonoras. Estas ondas viajan por el aire hasta llegar a nuestros oídos. Nuestros oídos son como pequeñas redes que atrapan estas ondas sonoras, y nuestro cerebro nos ayuda a entender lo que significan, como un amigo hablando o un pájaro cantando.
Piensa en el sonido como una pelota rebotante. Si haces rebotar una pelota en una habitación, golpea las paredes y regresa a ti. Cuando haces un sonido, rebota en las paredes y objetos, y por eso puedes escucharlo incluso si no estás mirando a la persona que habla o al objeto que hace ruido.
El sonido también es como un teléfono mágico. Cuando hablas en una taza con un hilo atado, tu voz hace que el hilo vibre, y las vibraciones viajan a lo largo del hilo hasta la otra taza. Así es como el sonido viaja a través de diferentes cosas, como el aire, el agua o incluso el suelo, para llegar a nuestros oídos.