Suave es como una nube esponjosa en el cielo. Cuando lo tocas, se siente como un abrazo suave de un osito de peluche. Imagina cuando tocas una bola de algodón; no lastima tus dedos, y se siente como si estuvieras tocando algo tan ligero como el aire. Las cosas suaves son gentiles y no empujan hacia atrás cuando las presionas.

Piensa en un malvavisco. Cuando lo aprietas, no se resiste. Es esponjoso y vuelve lentamente a su forma. Suave es como cuando te acuestas en una almohada por la noche. Envuelve tu cabeza como un amigo acogedor, haciéndote sentir seguro y cálido.

Suave también es como los pétalos de una flor. Cuando los tocas, se sienten lisos y delicados, como si pudieran volar si soplas sobre ellos. Las cosas suaves son reconfortantes y te hacen sentir feliz, como el cálido sol en tu piel o la suave brisa que susurra secretos en tu oído.