Imagina un gran y fuerte pájaro como un águila. Cuando extiende sus alas y vuela alto en el cielo sin aletear, está remontando. El pájaro usa el viento para deslizarse suavemente y subir cada vez más alto sin mucho esfuerzo. Es como cuando te deslizas por un tobogán, pero al revés, subiendo en lugar de bajar.

Piensa en una cometa en un día ventoso. Cuando el viento la atrapa justo bien, la cometa sube alto en el cielo, bailando y flotando. Eso también es remontar. No es solo moverse; es moverse con gracia y sin esfuerzo, como por arte de magia.

Ahora, imagina que estás en un columpio. Cuando mueves tus piernas con fuerza suficiente, subes, subes, subes, casi como si estuvieras volando. Esa sensación de ir cada vez más alto, alcanzando casi las nubes, es lo que se siente al remontar. Es una sensación feliz y libre, como si estuvieras tocando el cielo.

Incluso cuando estás muy feliz o emocionado, la gente dice que tu corazón está remontando. Significa que te sientes como si estuvieras volando porque estás muy alegre.