La palabra ‘así que’ es como un puente mágico que conecta dos partes de una historia. Si estás contando una historia sobre cómo tenías hambre y luego comiste un sándwich, ‘así que’ ayuda a mostrar que porque tenías hambre, decidiste comer. Es como un pequeño ayudante que hace que tu historia fluya suavemente de una parte a la siguiente.
Otra forma de pensar en ‘así que’ es como un pequeño superhéroe que resuelve problemas. Cuando dices: ‘Tenía frío, así que me puse una chaqueta’, el ‘así que’ está mostrando cómo solucionaste el problema de tener frío. Al igual que un superhéroe, ‘así que’ viene al rescate explicando lo que pasó después.
‘Así que’ también puede ser como un guía amigable en un mapa del tesoro. Indica el camino de una idea a otra. Si dices: ‘Terminé mi tarea, así que ahora puedo jugar’, el ‘así que’ te está guiando desde hacer la tarea hasta divertirte. Es una palabra útil que asegura que todo en tu historia o explicación tenga sentido y ocurra en el orden correcto.