La nieve es como una manta que cubre todo afuera. Cuando hace frío, pequeñas gotas de agua en el cielo se congelan y caen, convirtiéndose en copos de nieve suaves y esponjosos. Cada copo de nieve es como una pequeña pieza de rompecabezas; ¡no hay dos iguales! Cuando todos se juntan, crean un hermoso mundo blanco donde puedes jugar y hacer muñecos de nieve.
Piensa en los copos de nieve como estrellas brillantes que bajan del cielo. Aterrizan suavemente en el suelo, haciendo que todo se vea brillante y mágico. Cuando atrapas un copo de nieve en tu lengua, se siente como un pequeño beso frío.
La nieve también puede ser como un pastel gigante. El suelo es el pastel, y la nieve es el glaseado encima. Cuando nieva mucho, el glaseado se vuelve más grueso, haciendo que todo se parezca a un país de las maravillas invernal. Puedes hacer ángeles de nieve acostándote y moviendo tus brazos y piernas, dejando una forma divertida detrás. La nieve es la forma en que la naturaleza pinta el mundo de blanco brillante, haciendo que todo se vea fresco y nuevo.