Sentarse es como ser un oso de peluche en un estante. Cuando te sientas, tus piernas se doblan como lo hacen las de un oso de peluche cuando quiere relajarse. Tu trasero se convierte en la base del oso de peluche, manteniéndote estable y quieto. Es una forma de descansar tu cuerpo, al igual que cuando un oso de peluche toma un descanso de jugar.
Piensa en tu cuerpo como un rompecabezas. Cuando te sientas, todas las piezas se juntan perfectamente. Tu espalda está recta, como los bordes del rompecabezas, y tus piernas se doblan como las esquinas. Sentarse ayuda a que todas las partes de tu rompecabezas encajen perfectamente, haciéndote sentir cómodo y listo para escuchar o ver algo divertido.
Sentarse también es como ser un árbol. Tu espalda es el tronco del árbol, manteniéndose recta y fuerte. Tus piernas son como las raíces, extendiéndose para mantenerte equilibrado. Cuando te sientas, eres como un árbol descansando al sol, sintiéndote tranquilo y en paz.
Sentarse puede ser también como una rana en una hoja de lirio. Tus piernas se doblan como las de la rana, y tu cuerpo permanece quieto, al igual que una rana esperando saltar. Sentarse te ayuda a quedarte en un lugar, al igual que la rana en su hoja de lirio, observando todo a su alrededor.