ducha
Una ducha es como una suave lluvia dentro de tu casa. Cuando te paras debajo, pequeñas gotas de agua caen desde arriba y lavan cualquier suciedad o sudor de tu cuerpo, haciéndote sentir fresco y limpio. Es como cuando lavas tus juguetes, pero esta vez eres tú quien se limpia.
Imagina una nube mágica en tu baño que llueve cuando tú lo deseas. Giras una pequeña manija, y la nube comienza a rociar agua sobre ti. Esta agua es cálida y acogedora, como un abrazo de tu manta favorita. Ayuda a enjuagar el jabón y el champú que hacen burbujas en tu cabello y en tu piel.
Piensa en la ducha como una cascada especial solo para ti. El agua cae y se lleva el polvo y la suciedad, al igual que una cascada limpia las rocas debajo de ella. Después de tu ducha, te sientes tan brillante y reluciente como una moneda nueva, listo para emprender nuevas aventuras con una gran sonrisa y un comienzo limpio.