Una inyección es como un escudo de superhéroe que ayuda a proteger tu cuerpo. Así como los superhéroes tienen poderes especiales para mantenerse a salvo, una inyección le da a tu cuerpo el poder de combatir los gérmenes malos. Cuando te ponen una inyección, se siente como un pequeño pinchazo, pero ayuda a que tu cuerpo se haga más fuerte y esté listo para luchar contra las enfermedades.

Piensa en tu cuerpo como un gran castillo, y la inyección es como añadir guardias adicionales para proteger el castillo de los invasores. Estos guardias se llaman anticuerpos, y ayudan a evitar que los malos, o gérmenes, te hagan enfermar. Aunque la inyección pueda ser un poco incómoda por un momento, es como un hechizo mágico que te ayuda a mantenerte sano.

Otra manera de pensar en una inyección es como plantar semillas en un jardín. Las semillas son la medicina en la inyección, y ayudan a crecer plantas fuertes, o defensas, dentro de tu cuerpo. Estas defensas te ayudan a mantenerte sano y feliz, tal como un jardín necesita plantas fuertes para ser hermoso y lleno de vida.