La venta en corto es como cuando tomas prestado un juguete de tu amigo porque piensas que pronto el juguete será menos divertido para todos. Lo tomas prestado, juegas un poco con él y luego lo devuelves, esperando que cuando lo hagas, el juguete ya no sea tan popular. Si tienes razón, puedes devolver el juguete y tal vez incluso cambiarlo por algo que te guste más, porque la gente no juega tanto con él. Pero si te equivocas y a todos todavía les encanta el juguete, podrías tener que dar algo extra para que tu amigo te lo preste en primer lugar.
Es como una apuesta. Estás apostando a que el juguete será menos divertido más tarde. Si ganas la apuesta, obtienes algo bueno. Si pierdes, podrías tener que dar uno de tus juguetes. ¡Es un poco como un juego de adivinanzas sobre lo que va a pasar después!
También es como usar tus zapatos en los pies equivocados. Al principio puede sentirse bien, pero si los usas así por mucho tiempo, puede comenzar a doler. Por lo tanto, debes tener cuidado y asegurarte de saber lo que estás haciendo antes de intentarlo.