La vergüenza es como tener un globo especial dentro de tu corazón. Este globo se hace más grande cuando sientes que hiciste algo mal o cuando alguien te hace sentir mal contigo mismo. Se siente pesado y te dan ganas de esconderte. Es como tener una nube que te sigue a todas partes, haciendo difícil ver el sol. A veces, cuando sientes vergüenza, es como tener un secreto que no quieres que nadie sepa porque tienes miedo de que ya no les gustes.

Piensa en la vergüenza como una pequeña tortuga que quiere esconderse en su caparazón. Cuando sientes vergüenza, podrías querer esconderte como esa tortuga. Pero recuerda, todos sienten vergüenza a veces, y está bien hablar de ello. Hablar de ello puede ayudar a que la tortuga salga de su caparazón y se sienta mejor.

La vergüenza también puede sentirse como una mochila grande y pesada llena de piedras. Cada piedra es una preocupación o un error que crees haber cometido. Llevarla todo el tiempo puede cansarte. Pero compartir tus preocupaciones con alguien en quien confíes puede ayudar a sacar algunas piedras de la mochila, haciéndola más liviana y fácil de llevar.