El sentimiento es como el clima dentro de ti. A veces es soleado, y te sientes feliz y emocionado. Otras veces, está nublado, y puedes sentirte triste o gruñón. Al igual que el clima cambia afuera, tus sentimientos también cambian.
Imagina que tienes una pequeña radio dentro de ti. Cuando escuchas una canción alegre, puedes sentir ganas de bailar. Cuando suena una canción triste, puedes sentir ganas de sentarte en silencio. El sentimiento es la forma en que tu radio capta estas diferentes canciones y te hace sentir diferentes cosas.
Piensa en ello como una paleta de colores. Cuando te sientes feliz, puedes imaginar colores brillantes como el amarillo o el naranja. Cuando estás enojado, puedes pensar en el rojo. Cada sentimiento es como un color diferente, y juntos pintan una imagen de cómo te sientes por dentro.
El sentimiento también es como un termómetro para tu corazón. Cuando sientes mucho amor y alegría, el termómetro sube. Cuando te sientes molesto o asustado, puede bajar. Es una forma de medir cuán cálidos o fríos son tus sentimientos.