La sensibilidad es como tener un superpoder que te permite sentir las cosas muy profundamente. Imagina que eres un superhéroe que puede percibir los cambios en el clima antes que nadie. Cuando hace un poco de viento, lo sientes de inmediato, incluso si los demás no lo notan todavía. Esto significa que eres muy sensible a los cambios en el aire.
Otra forma de pensar en la sensibilidad es como ser una esponja. Una esponja absorbe el agua muy rápido, al igual que algunas personas pueden absorber los sentimientos y emociones a su alrededor. Si alguien está triste, una persona sensible podría sentirse un poco triste también, simplemente porque puede entender ese sentimiento muy bien.
La sensibilidad también puede ser como tener oídos muy agudos. Si tienes oídos agudos, puedes escuchar los sonidos más pequeños que otros podrían pasar por alto, como un pájaro pequeño cantando a lo lejos. Esto es como ser sensible a los sonidos.
Ser sensible significa que notas y sientes cosas que otros podrían no notar, y eso puede ser realmente especial porque te ayuda a entender el mundo de una manera diferente.