Cuando juegas con tus juguetes, cada juguete tiene su propia forma especial de ser. Yo es como la etiqueta con el nombre de cada juguete, mostrando que este juguete es diferente de todos los demás. Te ayuda a saber de qué juguete estás hablando, como cuando dices, ‘Este es mi oso de peluche.’
Piensa en yo como un espejo mágico. Cuando te miras en él, te ves a ti mismo, y te recuerda quién eres. En las historias, cuando los personajes se miran en el espejo, ven su propio rostro y eso les ayuda a recordar su propia historia especial.
Imagina una caja de crayones. Cada crayón tiene su propio yo porque tiene su propio color. El crayón rojo no es igual que el crayón azul. Yo es como el color que hace que cada crayón sea único y especial.
En una gran foto de familia, todos tienen su propio lugar. Yo es como el lugar donde te paras en la foto. Muestra que eres parte de la familia, pero tienes tu propio lugar y nombre especial.