Piensa en una gran manta cálida que te envuelves cuando hace frío. Te mantiene seguro y cómodo, ¿verdad? Eso es lo que se siente al estar seguro. Es como tener algo a tu alrededor que se asegura de que estés bien y que nada pueda hacerte daño.

Ahora, imagina que tienes una caja especial donde guardas tus juguetes favoritos. Esta caja tiene un candado y solo tú tienes la llave. Esto significa que nadie más puede acceder a tus juguetes sin tu permiso. Esta es otra manera de sentirte seguro porque tus juguetes están protegidos.

Imagina un castillo con altos y fuertes muros. Los muros están ahí para mantener a las personas dentro seguras de cualquier cosa afuera. Cuando te sientes seguro, es como tener esos muros a tu alrededor, asegurándose de que estás protegido de cualquier cosa que pueda ser mala o aterradora.

Por último, piensa en un cinturón de seguridad en un coche. Cuando te abrochas, te sujeta bien y te mantiene seguro mientras el coche se mueve. Estar seguro es como tener un cinturón de seguridad, asegurándose de que estás sano y salvo.