Un segundo es como un pequeño tic-tac que ocurre entre los latidos de tu corazón. Imagina que tu corazón hace ‘bum-bum’, y un segundo es la pequeña pausa que sientes entre ellos. Es tan rápido, como un parpadeo o un chasquido de dedos. Si cuentas hasta sesenta, un segundo a la vez, ¡obtienes un minuto completo!
Piensa en un segundo como una pequeña pieza de un gran rompecabezas llamado tiempo. Cuando juegas con bloques de construcción, cada bloque es importante para hacer toda la torre. Del mismo modo, los segundos ayudan a formar minutos, horas, e incluso días. Así como necesitas cada bloque para construir una torre, necesitas cada segundo para construir un día.
Otra forma de pensar en un segundo es como una sola palmada en una canción. Si aplaudes una vez y luego lo haces una y otra vez, creas un ritmo. Estas palmadas son como segundos en la canción del tiempo. Nos ayudan a llevar la cuenta de todo lo que hacemos, como cuándo es hora de comer, jugar o dormir.