La chatarra es como los trozos de papel que sobran después de recortar formas para un proyecto de arte. Estos pedazos pueden no ser utilizados para la imagen principal, pero aún pueden ser divertidos para jugar o usar para otras cosas. La chatarra también puede ser juguetes rotos o viejos con los que ya no juegas. En lugar de tirarlos, puedes encontrar nuevas formas de usarlos, como construir algo nuevo o intercambiar con amigos.
Piensa en la chatarra como un rompecabezas con piezas faltantes. Puede que no termines la imagen original, pero puedes crear una nueva usando las piezas sobrantes de una manera diferente. La chatarra es como un cofre del tesoro lleno de objetos olvidados que pueden convertirse en algo especial con un poco de imaginación.
Imagina una gran caja de crayones con algunos rotos. Esos crayones rotos son como chatarra. Aunque no estén enteros, aún pueden colorear hermosas imágenes. La chatarra nos enseña que las cosas no tienen que ser perfectas para ser útiles o divertidas. Se trata de ver el potencial en lo que otros podrían desechar.