La arena es como un enorme rompecabezas hecho de pequeñas piezas llamadas granos. Imagina cada grano como un pequeño punto, y cuando juntas millones de estos puntos, obtienes arena. Estos granos son tan pequeños que puedes sostener un puñado de ellos, y podrían deslizarse entre tus dedos como magia. La arena se siente suave y esponjosa cuando caminas sobre ella, especialmente en la playa donde las olas del océano la hacen húmeda y fresca.

Piensa en la arena como el brillo de la naturaleza. Brilla bajo el sol porque cada grano es como un pequeño espejo que refleja la luz. La arena puede tener diferentes colores como blanco, amarillo o incluso negro, dependiendo de dónde provenga. Es como una caja de crayones de colores esparcida por el suelo.

Imagina la arena como un enorme cajón de arena para la Tierra. Animales como los cangrejos y las tortugas hacen sus hogares en ella, y los niños construyen castillos con ella. Es un lugar especial donde la tierra se encuentra con el océano, y siempre está cambiando de forma con el viento y las olas, como una alfombra mágica en movimiento.